Tristeza, sin más.

"Todo el mundo parece estar bien, hasta que tienes una conversación profunda con ellos"

Nos cuesta reconocer que estamos tristes en algún momento de nuestra vida, porque estamos acostumbrados a ponernos la máscara y mostrar lo que nos interesa. Estamos acostumbrados al estrés, a simplemente "no parar". El automatismo de hacer siempre lo mismo, de repetir el proceso todos los días. De no tener tiempo para pensar. En ti, en tus sentimientos, en que estás triste sin saber porqué.

Una tristeza que no tiene nombre y apellidos, y en sí misma no tiene sentido. Estamos tristes sin más. Vamos por la calle con la mirada perdida, en el horizonte, en el asfalto, o en el teléfono. Nos cruzamos con miles de personas que sienten como nosotros, y de los que pensamos lo contrario. Vemos la vida del otro como si fuera una utopía, queriendo estar en sus zapatos y ver la vida con sus ojos. No nos conformamos con lo que tenemos porque creemos que no tenemos nada. Que estamos vacíos por dentro, cuando lo que tenemos es una necesidad imperiosa de dejar fluir lo que sentimos. De dejar la seriedad y reírnos a carcajadas; de pelear por lo que pensamos que es justo; de pararnos en seco a observar lo que nos rodea como si nunca antes hubiéramos sido testigos de algo igual. De tantas cosas que no hacemos por algo tan simple: porque "no tenemos tiempo".

No está dentro de nuestro horario el perder el tiempo. Entiéndase el perder el tiempo como la inversión más rica que existe. Porque cada uno pierde el tiempo como quiere. Unos hacen deporte, otros se reúnen con los suyos, otros se sientan y escriben, y otros, como bien dijo Dani Rovira, se paran a oler una flor como lo hacen los perros. Porque igual eso es la vida. Y no sólo el automatismo de ser productivo al 100%. Y perder el tiempo sin miedo, sin remordimientos. Quedarnos en silencio, fuera de los gritos que da el mundo, y escuchar a nuestra voz interior darnos las gracias. Por dejar de ser adultos por un momento, y hacer caso al niño que tenemos dentro. 


"Cuidemos a ese niño interior, porque es oro puro y el motivo de porqué somos como somos"






Comentarios